
Cómo ganarle horas al día y tener más tiempo para ti y tu familia
El ‘No me da la vida’ está en boca de todos, ¡pero no es guay! No es sano llegar con la lengua fuera a todas partes, no te conviene tener la cabeza en todo y en nada. Y, menos aún, no te gusta que te falten horas al día para hacer todo lo que tenías pensado.
Esas listas interminables de tareas que rondan en tu cabeza, esos eventos a los que no te apetece nada asistir o esas eternas conversaciones a través de Whatsapp te impiden concentrarte y te roban horas al día.
Estos y otros ladrones del tiempo no te permiten dedicarte a ti, a ir al gimnasio, a tomar un café con tu mejor amiga, a hacer ese curso que tanto te gusta, a iniciar ese proyecto personal o profesional en el que llevas tiempo pensando. O, incluso, no te dejan pasar más horas con tu familia, ya sea una tarde cualquiera o el fin de semana.
Sin embargo, te diré que puedes cambiarlo. Que puedes ganar la batalla a esos ladrones y ser un poco más libre para invertir tu tiempo en aquello que deseas. Solo tienes que saber qué es lo que te roba tiempo y qué puedes hacer para evitar perder esas horas tan importantes de tu vida.
¿Qué son los ladrones del tiempo y cómo combatirlos?
Mucho se habla de los ladrones del tiempo en el ámbito laboral. En el trabajo, por ejemplo, las notificaciones de entrada de un nuevo correo electrónico o una tarea urgente que te encarga tu superior serían factores externos y la incapacidad para decir no o la dificultad para delegar serían factores internos.
¿Y en tu vida personal o en tu casa? A medida que ibas leyendo, seguro que ya has empezado a pensar en algunos de tus ladrones. Aquí tienes una lista y te cuento cómo combatirlos:
1. Tu teléfono móvil
Visualiza la siguiente situación: coges el teléfono para mirar la hora, tienes nuevos mensajes de Whatsapp, los lees y contestas rápidamente, entre uno de los mensajes había un enlace a una noticia interesante en Facebook, entras en Facebook a leer el titular y aprovechas y haces algo de scroll. Sin saber cómo, acabas en Instagram comentando la última foto de una amiga. Dejas el teléfono encima de la mesa. Han pasado 15 minutos y te das cuenta de que no sabes qué hora es.
Ya ves, tu gran aliado en tu día a día y tu primer enemigo también. No te deja concentrar, te distrae continuamente y no te permite ser una persona productiva.
CONSEJO: desactiva las notificaciones de todas las redes sociales y correos electrónicos, silencia los grupos de whatsapp más activos y establece un horario limitado al día para consultar redes sociales y correos.

2. Llamadas y visitas inesperadas
Las llamadas y visitas inesperadas en casa son fatores externos fuera de tu control. Tu madre te llama mientras estás preparando la cena y la comida del día siguiente, apagas el fuego y hablas con ella. No se sabe cuánto puede durar esa conversación. ¿Y qué pasa cuando tu suegra te visita de forma inesperada e interrumpe tu sesión de limpieza general?
CONSEJO: si quieres concentrarte en una tarea, silencia el teléfono. Y si tienes una visita inesperada, educadamente puedes explicarle que no es un buen momento y que puede volver en 1 hora. (Ojo, esto último es lo que se suele recomendar, pero la verdad que yo soy incapaz).
3. Urgencias
En la vida, hay situaciones inevitables. Si tienes un escape de agua deberás limpiar los desperfectos, llamar al seguro y/o a un fontanero y olvidarte de lo que tenías planeado hacer.
CONSEJO: en tu planificación semanal deberás dejar hueco para las urgencias porque siempre hay sucesos que requieren de tu inmediata atención. Eso sí, no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy y, si hay tareas que ya sabes que se deben hacer, como la compra de material escolar, no esperes a última hora.
4. Televisión, Netflix, Amazon Prime…
Quizás no seas fan de la tele convencional y prefieras disfrutar de una buena serie de Netflix, pero ¿cuánto tiempo dedicas a esa serie a la semana? ¿Eres de esas personas que pueden ver una temporada entera en poco tiempo?
CONSEJO: desconectar con tu serie favorita está genial, pero quizás te pases con las horas que le dedicas y puede que te vayas a dormir más tarde de lo conveniente porque estás enganchada. Limita el consumo y fija una hora para irte a dormir. Si es por la noche, piensa que ese tiempo que ahorras lo podrás dedicar a leer o a formarte.

5. No saber decir no
¿Te cuesta decir no? En este caso, hablamos de un factor interno. Siempre dispuesta a ayudar, a veces olvidas que hacer «ese favor» te va a robar tiempo que puedes dedicar a una o varias tareas de tu interminable lista.
CONSEJO: pon en práctica decir NO. Di no a esos favores que te piden y que, en realidad, te van a llevar tiempo. No te ofrezcas a hacer tareas o participar en proyectos de los que luego te arrepientas. Y di no a esos eventos a los que no te apetece nada asistir, no lo hagas por compromiso.
6. Falta de organización
¿Te pasas el día improvisando y sin organizar tu semana? Esto, a la larga, te pasa factura. Si no tienes una planificación diaria, estarás todo el día apagando fuegos y sin priorizar lo urgente e importante. Y, por tanto, tampoco te quedará hueco para los momentos para ti y tu familia.
CONSEJO: aprovecha el sábado o domingo para planificar la siguiente semana. Deja hueco para los imprevistos y reserva unas horas para dedicarte tiempo a ti y a tu familia. Crea una lista de tus tareas, clasifícalas y distribúyelas a lo largo de la semana. Es posible que no puedas realizar todas en una misma semana, pero no pasa nada, tendrás tiempo más adelante.

7. Procrastinar
Este punto tiene relación con el anterior. Sin organización puedes caer en la trampa de aplazar tareas importantes y realizar otras más gratificantes. Si haces esto de forma continua, acabarás convirtiendo esas tareas importantes en urgentes, causándote un estrés innecesario.
CONSEJO: empieza por esas tareas tediosas, aquellas que no te apetecen pero que son necesarias. Así, no las aplazarás constantemente hasta que no tengas más remedio cumplirlas.
8. No delegar
No quieras hacerlo todo tú. No guardes toda la información en tu cabeza y asumas todas las responsabilidades del hogar. Tu pareja, tus hijos o hijas también pueden ser responsables de otras tareas y podéis repartir el trabajo equitativamente.
CONSEJO: permite a tus peques que participen en las tareas del hogar. Quizás no las hagan tan bien como tú, pero te sorprenderá lo que les gusta colaborar en casa: preparando una lavadora, recogiendo la mesa, quitando el polvo… adapta las tareas a su edad. Algunas parejas tienen una planificación semanal y un reparto de tareas con nombre y apellidos. Con las citas médicas, por ejemplo, apunta en una agenda o en un papel en la nevera todas las visitas programadas. Así, todos en casa podréis estar al corriente.
En definitiva, todo aquello que te impide hacer lo que tienes planificado te roba tiempo. Y lo hace porque no te permite ser una persona productiva, avanzar y disfrutar de ratos libres para dedicarte a ti o a tu familia. Así que ya sabes, aplica estos consejos y consigue la vida que tú quieres. Olvídate del ‘no tengo tiempo’.
Si te interesa este tema, no te pierdas el artículo de la próxima semana donde obtendrás las claves para ser una persona productiva en casa.
Cuéntame, ¿cuáles son tus ladrones de tiempo en casa? ¿Falta alguno en la lista? Te leo abajo en los comentarios.